The Interview - Alejandro Lorca, Senior Partner en L35 Arquitectos

SPSG colabora con L35 en el proceso de modernización del estadio de Gran Canaria, donde actualmente juega UD Las Palmas, desarrollando el modelo de negocio del recinto deportivo.

Alejandro como Socio de L35, uno de los estudios de arquitectura más relevantes a nivel general y, cada vez más, en el sector del deporte y el entretenimiento-comercio, tienes una visión privilegiada del ecosistema y la evolución del sector no sólo en España sino también a nivel internacional  y, en especial, en el área de instalaciones deportivas y de ocio-entretenimiento. ¿Cuáles han sido las principales evoluciones del deporte en los últimos 5-10 años en general y, específicamente, en las instalaciones deportivas y de ocio-entretenimiento?

El deporte es uno de los sectores que más rápido adopta cambios; es un entorno dinámico y en constante evolución. Hoy, el debate gira en torno a tres pilares: la identidad del lugar, la experiencia del usuario y la rentabilidad de la infraestructura. Estos factores están estrechamente relacionados y han impulsado la incorporación de espacios con nuevas tipologías arquitectónicas.

Cada vez es más habitual integrar zonas comerciales, áreas de hospitalidad, espacios de trabajo, restaurantes y áreas de ocio en este tipo de proyectos. El objetivo es atraer a un público más amplio, generar identificación con el club y mantener la actividad del recinto más allá de los grandes eventos deportivos.

Ejemplos claros de esta tendencia son el Santiago Bernabéu o el Estadio Riyadh Air. En el caso del Riyadh Air alrededor del Estadio hay muchas propuestas comerciales de Ocio y Entretenimiento que aprovechan viales, aparcamiento. Rentabilizar la inversión es mucho más factible. Creemos más, sin embargo, en modelos donde los distintos usos se encuentran más entrelazados dentro de la instalación, el atractivo y recuerdo que tiene un estadio o arena para los espectadores es un valor difícil de cuantificar, pero sin duda real. Un mismo restaurante con vistas al campo funcionará mejor que un restaurante cerca o anexo al estadio, pierde su singularidad. La transformación hacia infraestructuras multiuso se ha acelerado notablemente en los últimos 5 a 10 años.

Otro de los cambios que hemos podido ver en los últimos años, es el valor que se están dando a los estadios como objeto arquitectónico, como proyección de la imagen del Club ante el público. Este valor siempre ha existido desde los tiempos del Coliseo, pero ahora vemos cada vez un mayor interés en un diseño que se aleja del arquetipo del estadio o arena tradicional, simplemente funcional.

L35 ha pivotado la renovación del estadio Bernabéu en Madrid -un icono de un estadio a nivel mundial-, así como ha estado y está liderando proyectos en otras ciudades y países. ¿Cuáles son los principales retos que se encuentra un estudio de arquitectura a la hora de conceptualizar y diseñar, en toda su extensión, un estadio / arena? ¿Y cuáles son las principales diferencias en el proceso comparado, por ejemplo, con centros comerciales y de ocio-entretenimiento (área en la cual L35 también posee una robusta experiencia)?

Nuestro objetivo siempre es dar identidad propia a cada estadio, y sin duda, eso es lo más complejo. El aficionado conecta con los colores, las consignas, los valores, el escudo, los éxitos y fracasos… y también, por supuesto, con el lugar. Por eso dedicamos mucho tiempo a analizar el entorno, que suele ser el elemento más diferenciador frente a otros estadios o clubes. La cultura, el clima y las formas de vivir de cada región son claves que incorporamos para que cada propuesta sea única.

En resumen, empezamos por lo que hace especial a cada proyecto: los elementos que lo diferencian. No hay reglas fijas; la inspiración puede venir de la topografía, de un material, del modelo de explotación o incluso de un detalle de la arquitectura tradicional.

El conocimiento más específico de la infraestructura se aplica desde el primer momento y junto a los aspectos más abstractos, tratamos de dar una solución global, es un proceso complejo de síntesis. La labor es lenta con muchas idas y vueltas hasta llegar a una idea que resuelva todos los problemas planteados mientras expresa formalmente una imagen icónica reconocible.

En otras tipologías, como centros comerciales o de ocio, el carácter icónico del volumen no es tan determinante. Allí, los objetivos del diseño son distintos: se prioriza la integración urbana, la accesibilidad y la flexibilidad de la infraestructura por encima de la identidad. Hemos aprendido mucho de estas tipologías y cada vez aplicamos más ese conocimiento a los espacios deportivos. Hoy visualizamos estadios y arenas como parte de zonas urbanas integradas, conectadas con áreas comerciales, redes de transporte y plazas públicas.

Un aspecto clave en cualquier proyecto de estadio / arena / circuito / instalación deportiva / academias-centro de entrenamiento, etc, es el modelo de negocio, que también incluye el modelo de gobernanza. ¿Cuáles son los principales aspectos a considerar?

Vemos al modelo de negocio formando parte del planteamiento inicial del diseño. Aunque existe un manual de mejores prácticas con un catálogo de posibles iniciativas a aplicar a cada Arena o Estadio, el éxito final dependerá de un estudio pormenorizado del entorno. No todos los clubes pueden implementar las mismas medidas; el diseño debe ajustarse a los negocios que realmente tengan sentido en cada ubicación.

Muy pocas propiedades invierten en un plan de negocio al mismo tiempo que se plantean las ideas iniciales de diseño, es un lástima ya que las dos se retroalimentan. Nos gustaría que esto se convirtiera en una costumbre. Por ejemplo en el Estadio de Gran Canaria el espacio entre la grada existente y nueva se ha aprovechado como salón de Actos y Sports Bar. Los arquitectos sabíamos cómo resolver estos espacios pero no teníamos claro el retorno. Se contrastó durante el proceso con el equipo de plan de negocio asegurándonos de la viabilidad de la propuesta. Normalmente, este análisis se hace antes o después del diseño arquitectónico, pero cuando los actores no coinciden en el momento adecuado, las sinergias son más difíciles de conseguir.

Vemos una gran diferencia entre como los Clubes privados como el Real Madrid, Atlético de Madrid o Barcelona u otros que gestionan sus propios Planes de Negocio frente a los propietarios públicos de Estadios y Arenas. Estos últimos gestionan la explotación mediante concesiones administrativas, muchas de ellas con fórmulas poco eficaces para sacar el mejor partido de la instalación. Creemos necesaria la exploración de prácticas mixtas público-privadas imaginativas que consigan una mayor desestacionalización de la actividad de Estadios y Arenas. ¿Cuántos infraestructuras públicas podrían beneficiarse de una actividad mayor los 365 días del año? Esto ahorraría muchos costes de mantenimiento a los organismos públicos y ciudadanos, muchas de las instalaciones se encuentran infrautilizadas.

En definitiva, lo único que garantiza la sostenibilidad de una infraestructura es la combinación de un buen diseño con un modelo de negocio y gobernanza adaptado al espacio.

L35 desarrolla proyectos en 43 países, y cuenta con 10 oficinas. ¿En qué medida, y centrado prioritariamente en estadios e instalaciones deportivas, el enfoque y el proceso de trabajo es diferente en función de los países en los que se desarrollan los proyectos de arquitectura? Y en relación a la temática de sostenibilidad (medioambiental, social y económica-gobernanza), ¿en qué medida los requisitos varían en función de los países?

Cada zona geográfica tiene sus particularidades técnicas: su forma de construir, administrar, definir el alcance de cada técnico y gestionar el proceso. Siempre surgen sorpresas en cada proyecto, pero curiosamente esto no suele ser lo más difícil. Lo más complejo son las personas: el lenguaje y las costumbres de cada lugar. No en todos los sitios un “sí” o un “no” significan lo mismo; incluso hay culturas que nunca dicen “no” de forma directa. La interpretación de un miembro de L35 uruguayo, español, italiano o vietnamita de lo que ha querido decir un cliente indio, no tiene precio. Somos diversos y trabajamos en lugares diversos.

Los procesos suelen estar definidos por el cliente, y pocas veces podemos aplicar nuestra propia metodología. Aun así, nos adaptamos bien. Muchos procesos se basan en estándares como los del RIBA; por ejemplo, en el Golfo Pérsico y Arabia Saudita, la adopción de normas internacionales facilita mucho el trabajo. Afortunadamente, la construcción comparte más elementos en común que diferencias.

El enfoque de cada proyecto cambia mucho en caso país. Nos adaptamos a las técnicas constructivas de cada lugar, sobre todo a sus costumbres. En el caso de los estadios varían mucho los sistemas de acceso, número y tamaño de zonas VIP, clasificación de asientos, y otros factores operativos. En algunos países los conciertos son más importantes que el deporte y en otros es justamente al contrario. Por ejemplo en el Estadio de Nove Bazaly (República Checa) el principal propósito es la celebración de partidos de futbol y zonas de entretenimiento mientras que el desarrollo del Campín (Colombia) se dio mucha mayor importancia a la celebración de eventos e integración de las zonas comerciales.

Cada vez más, los requisitos de sostenibilidad y gobernanza forman parte del diseño, aunque todavía no están tan generalizados como en otras tipologías arquitectónicas (oficinas, viviendas o centros comerciales). Las exigencias varían según el lugar, y el factor diferenciador suele ser el coste: cuanto mayor es la inversión, más estrictas son las medidas ambientales. Nuestra filosofía es clara: proponemos aplicar todas las medidas medioambientales posibles, independientemente de que el proyecto busque certificación o no.

Como conocedor de la industria del deporte y del ocio-entretenimiento-comercial, ¿cuáles son los principales retos, oportunidades y tendencias del sector, en general, para los próximos 5 años y, en especial, para los estadios, arenas y complejos deportivos?

La integración más estrecha entre arquitectura y modelo de negocio está impulsando la inclusión de espacios no típicamente deportivos en las instalaciones. Cada vez veremos con más frecuencia zonas para actos públicos, conciertos, coworking, oficinas y entretenimiento, aprovechando la gran capacidad de congregación que ofrecen estadios y arenas. Además, sus horarios y programación son compatibles con los eventos deportivos, lo que multiplica su uso.

Para hacer sostenibles los crecientes costes de inversión, la flexibilidad será clave. Veremos más gradas móviles, cubiertas retráctiles, terrenos de juego desmontables y tecnologías para proteger el césped, todo orientado a adaptar la instalación en menos tiempo.

Otra tendencia importante son las tecnologías que fomentan la participación del espectador (engagement). Ya existen ejemplos como pulseras luminosas en conciertos, apps con ofertas personalizadas o accesos sin tornos. ¿Qué vendrá después? Lo que sí parece claro es que estadios y arenas serán pioneros en incorporar estas innovaciones.

Aunque algunos expertos predicen que la experiencia deportiva se trasladará al salón de casa gracias a la realidad virtual, creemos que el espectáculo en vivo seguirá siendo muy demandado. La realidad virtual sumará espectadores, pero no sustituirá la experiencia presencial.

Quizás el mayor reto, especialmente en ciertos deportes, será atraer a los sectores más jóvenes al espectáculo en vivo. Muchos clubes ya están haciendo grandes esfuerzos para lograrlo, esperemos que tengan éxito.

En este sentido la inclusión del “Sportainment” mediante actividades que incluyen el Deporte y el Entretenimiento, a veces próximos al mundo “Arcade” puede activar al público más joven. Incluye una gran cantidad de tecnologías de Realidad Virtual y Simulaciones generadas mediante ordenador que puede realizarse en grupo. La integración de estos espacios dentro de las infraestructuras parece un opción natural.