Carlos Cantó, CEO de SPSG Consulting, ha colaborado con el diario Expansión para reflexionar sobre el “Buen Gobierno” en la industria deportiva y ESG (Environmental, Social and Governance) ; las tres siglas del momento, las cuales no se pueden calificar como una moda ni algo efímero, son tres de las bases en las que se fundamenta la estrategia empresarial y el buen gobierno de una empresa. Carlos Cantó asegura que el deporte, y sus stakeholders, son “iconos” en numerosas ocasiones de la sociedad, y pueden ejercer una positiva influencia. Además, destaca la importancia de una gobernanza substancial, ya que es el pilar fundamental para desarrollar organizaciones empresariales eficientes y sostenibles (económica, medioambiental y socialmente).
La industria deportiva tiene una gran relevancia a nivel mundial, generando ésta entre el 1.5-2% de su PIB. En España, según datos de finales de 2020, un 3.3% y genera más de 400.000 puestos de trabajo. A nivel de Unión Europea (antes del Brexit), se estimaba en un 2.12% de su PIB.
Esta relevancia es también una de las razones por las cuales los grandes inversores y fondos de inversión están entrando de forma creciente en el sector, no ya en stakeholders más tradicionales como el "retail" deportivo y el equipamiento, sino, también, en clubes, eventos, ligas-competiciones e, incluso, en federaciones. Y, por ende, "obliga" a incrementar el nivel de profesionalización lo que conlleva, a su vez, un mayor interés por parte de los inversores. Y así sucesivamente.
Los inversores, no todos pero sí en un substancial número, desean contribuir al desarrollo de las empresas (los clubes, las ligas, las federaciones, etc, son, básicamente, empresas y con rigor empresarial deben gestionarse -aunque el elemento "pasión" e incertidumbre inherentes al deporte también entran en juego-), de una forma sostenible, combinando las estrategias a corto y a largo plazo. La industria del deporte ha pasado de ser un actor "re-activo" y, en numerosas ocasiones, pasivo en temas de sostenibilidad medio-ambiental y social, a liderar en algunos ámbitos iniciativas alineadas con los ODS de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. No es "solo" cuestión de colaborar a nivel de Fundaciones (propias o gestionadas por terceros) o desarrollar actividades puntuales.
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